Luis Hugo Busso, filósofo y cooperativista, incansable pensador y hacedor de nuestro medio, desde la amplia perspectiva que le dan sus fructuosamente vividos 93 años…él escribe sobre el Coronavirus, la violencia social y el cooperativismo participativo.
Y sus conceptos nos recuerdan el pensamiento de Edgar Morin para quien, en vistas a encontrarle respuestas a los grandes problemas de la humanidad, se hace imprescindible repensar en esa capacidad infinita que tenemos los seres humanos: la razón. Morin alienta a desarrollar una razón compleja y abierta… el dirá: «Lo real siempre excede a lo racional pero la razón puede desarrollarse y complejizarse» Y citando a Castoriadis agrega: » la transformación de la sociedad que exige nuestro tiempo se revela como autosuperación de la razón» (Edgar Morin, Por una razón abierta, 2014).
También nos recuerda la pespectiva de Miguel Benasayag, cuando plantea una mirada que revaloriza la vida humana por encima de la máquina: «La cuestión de saber si una máquina puede sustituir al hombre en realidad es absurda. Es el organismo vivo quien da un sentido, no el cálculo.» (extraído de: https://lasaiblog.wordpress.com/…/inteligencia-artificial-…/)
Ahí va el texto de Luis H. Busso…Muchas gracias por seguir desarrollando la razón e invitarnos a hacerlo también en pos de una sociedad mejor!!! Gracias al Profesor Gustavo Busso por acercarnos este escrito para esta página!
CORONAVIRUS, VIOLENCIA SOCIAL, Y COOPERATIVISMO PARTICIPATIVO
Luis Hugo Busso
Lubus@arnet.com.ar
Río Cuarto (Cba), junio de 2020
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PRIMERA PARTE
SÍNTESIS DE LA ACTUALIDAD
I
CORONAVIRUS
La lucha que se está librando mundialmente contra el Coronavirus continuará generando mortandad de seres humanos y graves y crecientes problemas económicos hasta que la Ciencia obtenga una Vacuna u otra modalidad equivalente que detenga esta pandemia. Precisamente para lograr esta solución equivalente, una mayoría de personas está tomando conciencia en todo el mundo que será imprescindible continuar lo que hoy se está concretando en muchos países incluido el nuestro: una ´cuarentena´ en la que es primordial la participación pacífica pero rigurosa del Estado y de todos los seres humanos sea cual fuere su posición social, política, cultural, religiosa o atea, deportiva, etc. Dicho de otro modo, si algo positivo está dejando el coronavirus -obviamente en este caso por el temor que nos provoca-, reside en que es posible unir a todos los seres humanos sin violencia social y con ayuda de la ciencia, aunque algunos sectores piensen lo contrario.
II
VIOLENCIA SOCIAL
La amenaza a la continuidad de la Vida Humana no se agota hoy en problemas virales. Hay por el contrario una Violencia Social que se ha agravado como consecuencia de la Revolución Industrial y de lo que en el lenguaje diario denominamos ´El Reemplazo del Hombre por la Máquina´.
Ese reemplazo, como afirma la O. M. S., ha elevado la productividad de la Economía a punto tal, que si la desarrollara en toda su capacidad podría Satisfacer las Necesidades biológicas y sociales a más de 14.000 millones de personas, es decir al doble de los habitantes que hoy existen en el Planeta.
Sin embargo, la realidad que ha vivido y vive actualmente la humanidad, demuestra que no sólo hay hambre en vastas regiones del Planeta, sino que se han producido revoluciones y guerras y se siguen produciendo problemas parciales de destrucción, que han generado un armamentismo –en especial el nuclear- que sigue creciendo con un poder destructivo de tal magnitud, que podría eliminar todo vestigio de Vida Humana.
Hasta no hace mucho se pensaba que para superar esa Violencia Social era imprescindible una primera etapa Violenta: por ejemplo, la Dictadura del Proletariado. Pero a partir del derrumbe de la ex URSS y sus aliados después de siete décadas de vigencia que terminó convirtiendo a esos países en naciones capitalistas, quedó demostrado que la Violencia Social de Clases no se resuelve recurriendo a una Nueva Violencia de Clases.
Otras concepciones consideran que la solución a la Violencia Social reside en el Cooperativismo gestionado hasta la actualidad por la Democracia Representativa, o sea por una modalidad democrática en la que sus asociados le ceden todo su poder de gestión a sus representantes durante el tiempo que dura su mandato.
Sin embargo la experiencia confirma que, salvo excepciones, durante ese lapso temporal los Representados, al no participar en la gestión, pierden su sentimiento de pertenencia a las entidades que integran. De allí que, en las cooperativas bancarias, por ejemplo, la mayoría de sus asociados consideran a la entidad como un Banco más; y no dudan en cambiar de Banco si con este cambio obtienen más beneficios.
En cuanto a los Representantes de la Democracia Representativa, durante el lapso que dura su mandato tienden a actuar como dueños de la entidad, lo cual los suele conducir a la corrupción pues los grupos económicos le “compran” por dinero su total poder de gestión en la medida que se subordinen a los intereses y objetivos de las megaempresas capitalistas.
En suma, la Democracia Representativa del Cooperativismo y en sentido amplio de la Economía Social (Mutuales, etc.) no ha podido superar la Violencia Social del Capitalismo Neoliberal, ni la Violencia Social de países con Estados de otro nivel no capitalista como China, Corea del Norte, Vietnam, etc.
Pareciera pues que el Cooperativismo y en términos amplios la Economía Social, es una Economía que surgió para Satisfacer Necesidades, pero no está habilitada para reemplazar la Violencia Social del Capitalismo Neoliberal encabezado por Estados Unidos, ni la Violencia Político Social encabezada por China. Sin embargo, en el apartado que sigue se intentará demostrar que sí se pueden superar estas modalidades de Violencia porque son una consecuencia del desarrollo histórico de la racionalidad humana.
SEGUNDA PARTE
EL COOPERATIVISMO PARTICIPATIVO COMO LA EXPRESIÓN FUTURA DE UNA HUMANIDAD SIN VIOLENCIA SOCIAL CON APOYO DE LA CIENCIA
Para tener un claro concepto de por qué la Violencia Social fue necesaria antes de la Revolución Industrial y por qué el Cooperativismo Participativo Sin Violencia Social comenzó a serlo después que inició esta misma Revolución Industrial, es importante saber cómo ha sido el desarrollo de la Humanidad desde que cada uno de nuestros primitivos antecesores se convirtió en un Animal Racional según la Definición de Aristóteles.
I
LA VIDA EN GENERAL Y EL CARÁCTER DIFERENCIAL DE LA VIDA HUMANA
Comencemos recordando que la Vida en sus tres modalidades: Vegetal, Animal, Humana, está integrada por individuos dotados de un movimiento vital determinado por una misma pulsión espontánea: no morir, continuar viviendo indefinidamente en la sucesión temporal y en la simultaneidad espacial. Y para lograrlo, la Naturaleza intenta producir y reproducir bajo la forma de semilla la vida biológica individual; y la Vida Biológica del ser humano no es una excepción si se tiene presente que la palabra semen equivale a semilla.
Pero la Vida Humana tiene una característica especial que la diferencia profundamente de las otras dos: la racionalidad.
La Vida Humana, en efecto, es la única que está integrada por individuos racionales que en virtud de su praxis pensante crean no sólo los productos que consumen, sino a la vez los instrumentos que manipulan; así mismo, es la única que genera la energía que necesita para producirlos. Y en virtud de ello, se fue relacionando e interactuando con otros individuos al darle un nombre a esos productos, creando progresivamente el lenguaje humano; y generando racionalmente mediante la relación e interacción de todo lo producido una modalidad específica de vida: la Vida Social.
Todas estas características que diferencian a la Vida Humana de las otras dos, se expresan en una modalidad organizacional básica y permanente a la que llamamos Comunidad, y que, desde sus primitivos orígenes hasta hoy, ha ido produciendo y reproduciendo de modo crecientemente ampliado no sólo la Vida Biológica sino la Vida Social de nuestra especie.
II.
COMUNIDAD GENÉRICA Y PULSIÓN DE VIDA
Una mirada a cualquier día de su vida personal, permite comprobar que son todos y cada uno de los seres humanos que habitan el Planeta, los que durante las horas de vigilia y de sueño construyen diariamente los momentos conscientes de su vida comunitaria:
CONCIENCIA DE VIGILIA (DESPERTAR Y PRAXIS PENSANTE);
CONCIENCIA ONÍRICA (HORAS DE SUEÑO);
El DESPERTAR, es decir el primer momento consciente de la jornada de vigilia, es el acto diario en virtud del cual nos damos cuenta de modo simultáneo de la sensoriedad del medio externo (colores, sonidos, olores, etc. de los objetos que nos rodean) y de la sensoriedad de nuestro propio cuerpo o medio interno (dolor, frío, calor, hambre, alegría, tristeza, etc.); se trata, en suma, de un darse cuenta de la sensoriedad que nos es común con los animales superiores.
Pero en el mismo acto consciente del despertar (ni antes ni después), los seres humanos nos damos cuenta racionalmente que esos objetos sensoriales existen; o sea que están ahí, fuera de la conciencia racional que los percibe sensorialmente (muchos no creados por los seres humanos, otros creados por ellos). Una categoría de existencia racional y por ende humana que abarca a todos los individuos de nuestra especie.
LA PRAXIS PENSANTE. Con el segundo momento de la jornada de vigilia comienza la praxis racional pensante –o actividad vital consciente fundamentada en el pensar-; momento en el que los individuos de nuestra especie producen y construyen tanto los productos que consumen y utilizan como las múltiples relaciones que en su unidad conforman la vida humana comunitaria socialmente organizada.
HORAS DE SUEÑO.
Finalmente, las horas del sueño presuponen la recuperación de la energía vital consumida durante la vigilia. Sin embargo, es legítimo visualizarlas a la vez como el momento de la CONCIENCIA ONÍRICA, pues los sueños son misteriosamente vividos como realidad objetiva que existe a pesar de ser no sólo imaginarios sino y con frecuencia aparentemente absurdos al confrontarlos con la vida real del despertar y de la praxis pensante.
Ahora bien, estas jornadas diarias de las comunidades que se acaban de describir, se han reiterado hasta hoy decenas de millones de veces. Y durante ese prolongado lapso temporal, las comunidades racionalmente conscientes y socialmente organizadas han construido sucesivamente no sólo las Comunidades Primitivas sino tres Sistemas Sociales de Clase: Esclavismo, Feudalismo y Capitalismo, en los que las relaciones de producción estuvieron protagonizadas sucesivamente por dos clases sociales antagónicas: esclavistas y esclavos; señores feudales-siervos; capitalistas y asalariados.
Los tres sistemas de clase mencionados comenzaron históricamente cuando comienza el trueque, es decir cuando las comunidades primitivas, al ir produciendo lo que necesitaban, fueron generando productos excedentes que no necesitaban, pero sí eran necesarios a otras Comunidades Primitivas por la misma razón, de modo que podían intercambiarlos.
El trueque inicial comenzó como intercambio correctamente compensado, pero la escasa capacidad productiva de los seres humanos no podía satisfacer la mayor cantidad de productos de una población que crecía cada vez más. Y como para esas comunidades primitivas los productos que recibían de la otra les eran imprescindibles, al no poder producir compensadamente todo lo que tenían que intercambiar, optaron por obtenerlos usando la Violencia, o sea mediante contiendas tribales en la que los vencedores se transformaron en Poder Dominante que recibía todo lo que necesitaba; y los Vencidos en trabajadores manuales que sólo recibían lo necesario para subsistir y continuar trabajando en las jornadas siguientes.
La Violencia Social de Clases fue pues la que se impuso en los tres Sistemas Sociales de Clase ya mencionados, debido a la limitada capacidad productiva del trabajador manual. Pero todo cambió a partir de la Robotización que comenzó con la Revolución Industrial.
IV
EL PROCESO DE ROBOTIZACIÓN A PARTIR DE LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL; Y COMIENZO DEL FIN DE LOS SISTEMAS SOCIALES DE CLASES
Con la robotización científico técnica de la Revolución Industrial no sólo comenzó como decimos en el lenguaje diario “El reemplazo del hombre por la máquina”, sino la desocupación creciente del trabajador manual que quedaba sin trabajo y sin dinero. Y es fácil comprenderlo. Si un telar mecánico manejaba veinte agujas y un proletario sólo una, decenas de éstos eran despedidos por los capitalistas dueños de ese telar robotizado. O sea que el mismo Capitalismo que en la Fase de la Manufactura Liberal incluía a los trabajadores asalariados, ahora, en la fase del Neoliberalismo los excluía, es decir los despedía.
Pero algo totalmente opuesto fue lo que sucedió con el Cooperativismo que comenzó en Rochdale (Inglaterra).
V
EL COOPERATIVISMO Y SU ROL FUTURO: CREAR UN NUEVO SISTEMA SOCIAL
En 1844, como es sabido, un reducido número de 27 obreros tejedores de la ciudad inglesa de Rochdale inspirados en los logros y en los Valores y Principios de ese ese gran humanista que fue Robert Owen, decidieron la creación de la Primera Cooperativa de Consumo moderna.
Una creación que por una parte obedeció a razones prácticas: unir sus magros salarios para potenciar su capacidad colectiva de compras y obtener a menor precio los productos que necesitaban.
Pero visualizado este comienzo desde una óptica teórica, aquellos pioneros habían comenzado a construir –conscientemente o no- una Nueva Economía antitética a la del Sistema Capitalista.
En el capitalismo, en efecto, el que aporta mayor porcentual de dinero accionario a sus empresas no sólo tiene más Poder de decisión en sus Directorios, sino más ganancias en sus actividades empresariales. Lo prioritario es pues el DINERO.
En las empresas Cooperativas gestionadas por la Democracia Representativa, en cambio, lo prioritario es la PERSONA, pues al votar todos sus asociados tienen igual Poder de Decisión (una persona, un voto); y su finalidad es Satisfacerles Necesidades a esas personas.
Es cierto sin embargo que el colapso de la ex URSS y sus aliados, y el rechazo a toda “ayuda” del Capitalismo Neoliberal, obligó al Cooperativismo a disponer de una Rentabilidad Necesaria para igualarse en excelencia técnica y humana al Capitalismo Neoliberal. Pero esa Rentabilidad Necesaria se hizo imprescindible no sólo para competir con el Neoliberalismo, sino para destinar el dinero ganado a favorecer a la comunidad y no a aumentar las ganancias del neoliberalismo.
De allí que se torna imprescindible que los integrantes de la Comunidad vayan comprendiendo que son ellos los dueños de Dinero del que hoy se apropia el Capitalismo Neoliberal mediante una Rentabilidad Máxima que ha convertido a un mínimo número de personas en dueños de medio mundo. Dicho de otro modo, es necesario que los Gobiernos Locales, Provinciales y Nacionales vayan subordinándose a las decisiones de la Comunidad Socialmente organizada.
El Dinero que pueda ir haciendo crecer a las filiales del cooperativismo debe estar íntegramente destinado a cumplir esas decisiones de la Comunidad, Consecuentemente, si mediante el Cooperativismo Participativo la Comunidad Global lograse gestionar democráticamente su propio dinero con la única finalidad de satisfacer sus necesidades Sin Violencia Social, garantizaría la eliminación definitiva de la Suficiencia Destructiva, y por ende sería factible la continuidad indefinida de la VIDA HUMANA.
Claro está, por supuesto, que afirmar que ha llegado el momento de la No Violencia, no significa cruzarse de brazos, esperar que ésta llegue; y que como arte de magia todos los problemas sean resueltos.
La No Violencia, por el contrario, debe pensarse como el resultado final de un prolongado período de transición histórica con múltiples contradicciones, debates, adelantos y retrocesos, etc.
Lo importante, desde mi punto de vista, es que todos aquellos que estén absolutamente convencidos que se llegará al resultado final de la No Violencia –entre los cuales me incluyo-, tengan permanentemente presente este objetivo para que nos oriente como un faro permanente a efectos de ir construyendo el camino sin desviar el rumbo.
Y no se trata de una utopía irrealizable si se tienen presente los datos que nos transmitió ARIEL GUARCO –primer argentino elegido por la Alianza Cooperativa Internacional para que la presida-, en el discurso que dio al festejarse el 60º Aniversario del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos en el mes de octubre del año anterior (Ver la Edición 254 del periódico ACCIÓN). Dijo Guarco que:
“1.200 millones de personas de todo el mundo, o sea uno de cada seis habitantes del Planeta, están vinculados con el cooperativismo. Y la facturación de las 300 Cooperativas más grande del mundo, alcanza anualmente a 2,2 trillones de dólares. No es pues una economía de pequeños para pequeños, de pobres para pobres, sino que tiene en cuenta a todos, e intenta que todos vayan teniendo cada vez más, una mayor posibilidad de mejor vida”
En suma, una “mayor posibilidad de mejor vida” que podría ir transformándose en un Nuevo Sistema Social Sin Violencia Social.